//Spanish below//
//Versión en castellano más abajo//
Little I knew, a year ago, that I would make such great friend across the Atlantic.
A ten months adventure full of tears, laughs, arguments and love.
Little I knew too that coming back to Spain would give me a year of loses.
I lost my bunny, who walked with me through all my college and master's career and I lost my grandma less than a year after that.
I also lost in love since I wasn't able to overcome a heartbreak that I carried with me for more than two years and still leaving me breathless, hopeless and doubtful about the feelings we hold on each other.
Last year Lisa got engaged with Daniel and thought I'm not a big fan of people getting married and/ or having kids, four of the five European and Mexico house are coming to her this weekend to celebrate life and the love and respect we profess to one and other.
These past weeks I've been sad, cranky and on the edge of bursting into tears every five minutes because, let's be honest, grief is fucking hard to deal with.
On Friday I'll be traveling to Frankfurt and Würzburg and I suddenly realized how fuckingly in need I am to be far away from Soria and how much I need to hug and cry these beautiful lights that were my clouds and sunshine during nine long months.
So hold on tight, darlings: the European Mexico crew is back.
•••
Quién me iba a decir, hace un año, que haría tan buenas amigas y amigos al otro lado del Atlántico.
Una aventura de diez meses llena de lágrimas, risas, discusiones y amor.
Quién me iba a decir que, volver a España, me daría un año de pérdidas: perdí a mi conejito, que caminó conmigo durante mis años universitarios y de Máster y perdí a mi abuela menos de un año después.
También perdí el amor, ya que no fui capaz de superar una ruptura que llevé conmigo durante más de dos años; que me sigue dejando sin respiración, sin esperanza y en un mar de dudas en cuanto a lo que sentimos el uno por el otro.
El año pasado Lisa se prometió con Daniel y, aunque no soy fan de casarse y/o tener hijxs, cuatro de los cinco representantes de la casa Europeomexicana iremos a ella este fin de semana para celebrar la vida y el amor y el respeto que nos profesamos las unas a las otras.
Estas últimas semanas he estado triste, enfadada y a punto de romper a llorar cada cinco minutos porque, admitámoslo, el duelo es jodidamente difícil de gestionar.
El viernes viajaré camino a Frankfurt y Würzburg y, de repente, me he dado cuenta de la puta necesidad que tengo de alejarme de Soria y de lo mucho que necesito abrazar a estas preciosas luces que han sido mi claros y mis oscuros durante nueve largos meses.
Así que, agarráos, queridas, que el equipo Europa- México vuelve a la carga.