Star memories

viernes, 12 de julio de 2019

Abuela II

Hola Puchi.
Te prometí que te seguiría escribiendo y aquí estoy.
Estoy teniendo una semana extraña.
Te me vienes a la mente muy a menudo.
Te veo en cada abuelita que pasea por la calle, que lleva la compra a casa, que lleva de la mano a su nieta.
Te oigo en sus voces y en sus risas.
Te escucho cuando cuentan sus historias de la vida de antes, de cuándo tú eras pequeña.
Y entonces me asalta el saber que no puedo escucharte a ti contarme historias, ni darte de la mano, ni pasear contigo.
Se me vienen a la mente las imágenes con las que no querrías que te recordase y entonces se me inundan los ojos.
Es esa parte del duelo de la que me habló Criss y que comenté en mi anterior carta.
Ha habido semanas de no pensar, de reír a carcajadas... Y ahora viene otro poco de duelo, de volver al borratajo de pena y melancolía, de lágrimas contenidas.
Es un contraste de dimensiones abismales: sé que no piensas que no te recuerdo cuando mi mente omite que no estás y a la vez sé que lo último que querrías es que te viese siempre dentro de mí en tus últimos momentos.
Luego, veo nuestras fotos.
Me fijo mucho en cómo te miro, en cómo te agarro siempre: la cara, las manos... En cómo te beso o busco siempre el contacto contigo. El sentirte.
Porque siempre supe, aunque no quisiera reconocerlo, que algún día sería eso lo único que tendría.
En esas fotos veo algo más que amor. Veo pasión. Pasión por ti, que es lo que recuerdo siempre que me evocase tu presencia. Y espero que, al menos, consiguiese transmitirte una pequeña de parte de lo que yo siento por ti.
Quiero que sepas que todo va bien. Que tu legado sigue brillando.
El amor que diste a tu prole ha dado sus frutos.
Me has enseñado mucho y bien, abuela, pero siempre soñaré que ojalá más. Porque para mí nunca habrá sido suficiente el tiempo que me has regalado.
Te quiero hasta en las palabras que nunca se dijeron.

lunes, 3 de junio de 2019

Abuela

Se me hace muy duro, abuela.
Siempre supe que sería catastrófico perderte pero contener la pena esos últimos diez días ha convertido el dolor en un torrente de agua salada contra el que peleo cada día y con el que pierdo por momentos la batalla.
Se trata de un abismo insondable, profundo y oscuro, de esa parte de mí que se ha ido contigo, de esa sonrisa que quiero tener permanente para honrar el regalo de haberte tenido... Pero el vacío es una sombra alargada y espesa que me sigue donde quiera que voy.
Es el "ser o no ser" de Shakespeare mimetizándose con un "estoy, pero no estoy".
La psiquiatra suizo-estadounidense Elisabeth Kübler-Ross definió cinco etapas del duelo en 1969: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
En 2018, la psicoterapeuta Cate Masheder redefinió para la BBC estas etapas, explicando que ni es necesario pasar por todas ni es necesario superarlo. Presentó la vida como un círculo, dentro del cual, enmarañado, se encuentra ese dolor por la pérdida. Con ello quería que se entendiera que el duelo siempre se queda ahí y que el resto de las experiencias vividas comienzan a desarrollarse dentro y alrededor de ese círculo, en la periferia del dolor. Esto indicaría que no hay un momento para superar o aceptar una pérdida pero sí para seguir creando y vivir con ella, aun habiendo fechas o momentos clave en los que el dolor te hace sumergirte en ese enmarañado duelo.
Mi caso no es una cuestión de negación porque sé que no estás.
No es ira, porque no busco culpables.
No es negociación, porque no fantaseo con que sea reversible...
No puede ser depresión. Tengo incentivos para seguir viviendo. Prometí que vivirías a través de mí. Quiero que vivas a través de mí, que sonrías a través de mí...
Y, desde luego, no es aceptación porque, sino, no me sentiría así.
Creo que hablar contigo a través de un teclado ayuda.
Estoy segura de que hablar con mi hermana ayuda.
El otro día en el coche le confesé que cualquier cosa hace que se me salten las lágrimas. Que intento socializar y ser fuerte pero que se me inundan los ojos sin previo aviso... Me respondió que no puedo sentirme culpable por ser feliz, por sonreír, por bailar o por cantar. Que no querrías eso... Y las lágrimas volvieron a brotar igual que brotan mientras lo escribo... ¿Y si es eso, la culpa, lo que me hace llorar? Culpa, ¿de qué o por qué? Aún no lo sé.
Es ese bloqueo, ese shock primerizo de la pérdida, hasta el momento, más importante de un ser querido.
Cuando estuve en EEUU me molestaba que un 90% de los jóvenes achacasen "ansiedad y depresión" a cualquier tipo de dolencia irrisoria porque concibo esa edad como momento de júbilo y experimentación. Romper, por causas no violentas, con tu amor adolescente de los 16 con el que tenías pensado casarte no me parecía, ni me parece, motivo suficiente como para deprimirte y reencontrar a dios. En el fondo, tanto diagnóstico a discreción me resultaba, en el fondo y en la forma, una manera muy grave para definir una simple falta de conocimiento y valor para procesar y exteriorizar los sentimientos más banales, pero dramáticos, del ser humano como el amor, la ruptura, el fracaso, la decepción, el engaño...

A veces es una canción la que me recuerda a ti. 
A veces recuero tu olor, tu risa, tus labios pequeños dándome besos, tus manos, tu calentarme cuando tenía frío... tus rizos y tu pelo plateado, tu voz, tú cantando... Y lloro.
Otras veces es peor porque te recuerdo en una cama. El tacto de mis manos cogiendo las tuyas, tu respiración reduciéndose, el cambio de color de tu cara, de tu lengua... Y lloro aún más fuerte, ahogándome en mis propias lágrimas, sin poder apenas respirar... Y duele más, mucho más.

Rosa nos dijo que nos quedásemos con el amor, las risas y la alegría y te prometo que lo intento. 
No me hace falta concentrarme demasiado para seguir escuchando tu voz o sentir tus besos, aunque tenga miedo a la sombra del tiempo y el olvido, cuando esas sensaciones tan vívidas se diluyan por la falta de costumbre.
Isa ahora tiene más miedo a la muerte porque se ha convertido en algo real, porque creíamos que podrías ser eterna en el plano físico y nos hemos dado cuenta de que no, de que seguimos siendo vulnerables.
Yo ahora no le tengo tanto miedo a la muerte porque sé que, si algo ha de pasarme, vas a venir a buscarme, que estás donde quiera que vamos al cerrar los ojos en este mundo. Que, llegado el momento, vendrás a cogerme de la mano para que no esté sola. 
Mamá... El dolor de mamá no alcanzamos a entenderlo, pero sí a imaginarlo. El sentimiento de orfandad. Quizás por eso intento volver más a casa, para que sepa que no está sola y nunca lo ha estado. Que, aunque yo no soy su mamá, algo de su mamá también está dentro de ella y dentro de mí. Y entiendo que, cualquier problema familiar que haya habido, por el motivo que sea, para ella se ha convertido en algo fácilmente perdonable. Sus hermanas y hermanos son la conexión más directa que tiene contigo. Son los recuerdos de infancia que se aproximan tanto que puede tocarlos con los dedos, volviendo al lugar donde creció, donde estabas tú y donde fue feliz. 

He aprendido que no sólo tú estás en mí. También tu hermano Gregorio, que era escritor, y seguramente me dejó en herencia la capacidad de transmitir el dolor y la alegría, para llegar a quienes necesiten encontrar las palabras a los sentimientos que no son capaces de expresar. Que también está Joaquín, a quién me parezco físicamente. He ido, ahora que no estás, a visitar los lugares dónde estuvieron por última vez. He pasado varias veces, por la zona en la que dispararon a Joaquín, la cárcel en la que estuvísteis tú, el abuelo, tu padre y Gregorio. Y, también, he visitado el lugar en el que encontraron los restos de tus hermanos y tu papá. Y me ha recorrido un escalofrío por la espalda porque ahora sé donde ocurrió, porque sé dónde estaban ellos y dónde estuviste tú. 

A veces, abuela, me gustaría volver a abrazarte. Pero digo a veces porque, si te sintiera aquí, sólo podría significar que no estás en paz. Y no quiero eso. 
A veces, siento cierto celo. Porque creo que has visitado a mamá y a mí no. Pero también sé que ella lo necesita más que yo. 

Ojalá haberte abrazado más. 
Ojalá haberte besado mucho más.

Pero te guardo esos besos y esos abrazos.
Y suelto las lágrimas. Una vez, dos, tres... Las que sean necesarias.
Porque las lágrimas curan, y alivian, aunque no consuelan. 

Te voy a seguir escribiendo, abuela. 
Ojalá haberte escrito mucho más.

Ojalá.
           Besarte.
                         Siempre.





martes, 27 de febrero de 2018

La corrupción de Españistán



Cualquiera que me conozca sabe que soy una persona que ha mamado la política en su casa desde incluso antes de nacer.

La mayoría de mis amigxs bromean siempre con la idea de que, cuando conozco a alguien nuevo, mis primeras frases serían:
«Hola, me llamo Bea y soy de izquierdas. ¿Tú?»
Conozco mi historia familiar y eso siempre ha influido en los ojos con los que miro al mundo. Puede que no esté involucrada políticamente al 100% en este periodo de mi vida pero me preocupo por lo que pasa.

Ser de izquierdas y no identificarme con la bandera monárquica no significa que no quiera a mi país. Empecemos por dejar claro ese punto. Es más, creo que la gente de izquierdas que se enerva cada vez que nos roban, nos engañan... quiere y respeta más ese pedazo de tierra que llamamos España que el facha que sale con una pulserita gritando que es una grande y libre y que él la quiere más que nadie mientras ondea una bandera como si estuviese espantando moscas.

De hecho, el simple acto de hervirte la sangre cada vez que te vapulean y se ríen de nosotrxs a la cara demuestra, claramente, que sentimos más amor por nuestra cultura que otrxs y que nos enfurece que esa gente se apropie de ella sólo por sacar una puta bandera y cantar el rancio Cara al sol.

Hay una frase que me dijo mi abuela cuando era pequeña que se me quedó grabada a fuego:
«Unos años antes de morir, Franco dijo: "Lo dejo todo atado y bien atado".»
Esas palabras sólo tomaron sentido con los años, a medida que crecía y veía cómo funcionaban en España el poder legislativo, ejecutivo y judicial. Y, sinceramente, puede llegar a dar mucho miedo.

Cada 23 de febrero recordamos el fallido intento de golpe de estado de Tejero y, cada año, los medios de "desinformación" españoles sacan a relucir la gran labor de Juan Carlos, entonces monarca en funciones.

Algunos periódicos (pocos pero gracias, libertad de prensa, por dejar que algunos traspasen la censura) desempolvan las viejas memorias de Suárez y nos recuerdan, a quiénes estamos dispuestos a aprender, que todo fue un espectáculo de circo perfectamente orquestado por Jota Ce y compañía.
«Lo dejo todo atado y bien atado.»
¿Qué puede significar esa frase? Empecemos por el simple hecho de que el jefe de estado del territorio español es un señor que no fue escogido por el pueblo español, sino por Franco. Que su educación y otros menesteres se los brindaba Paco el rana y al que se le había oído decir, años atrás, en sus en sus primeros meses como monarca:
«Hombre, yo creía que iba a ser como Franco pero en rey» [cit]
Tras esta elección "a dedo", muy similar a las que vemos en la política pepera hablemos, precisamente, del Partido Popular.

Franco tenía "ministros". Y, lo entrecomillo, porque me parece de risa llamarle eso a gente que ocupa un puesto sin ser electo por el pueblo. Uno de esos "ministros" fue el eterno Manuel Fraga. Un señor que, finiquitado el periodo de fusilamientos, brazos en alto y crímenes de lesa humanidad decide subirse al divertido tren de la falsa democracia que tenemos como sistema electoral. ¿Por qué falsa? Básicamente porque en todo país europeo que tuvo dictaduras fascistas se hizo una "reparación de daños" (véase Los juicios de Nürnberg como ejemplo más sencillo).

Impensable, repito, IMPENSABLE sería que en Alemania existiese un partido político fundado por Heinrich Himmler o Joseph Goebbels. O una misa protegida por el estado y sus fuerzas de seguridad cada 30 de abril para llorar la muerte del Führer. Ya ni hablemos de una "fundación" llamada Fundación Adolf Hitler dedicada a preservar la memoria, vida, obras y monumentos del dictador así como saltar a la yugular de cualquiera que se atreva a: tocar el Valle de los Caídos (o idolatrar Auswitch), sacar a su familiar de una fosa común y/o juzgar los crímenes del franquismo (esta última te puede costar inhabilitación de por vida. Adiós a tu carrera de juez/a que, con tanto esfuerzo, pagaste y sacaste adelante con la intención de luchar y defender los derechos y libertades de tu país).

Hablando de lo impensable que sería esto hay que sacar a colación la "Transición". Ese estupendo invento mediante el cual, utilizando el miedo, silenciaron a todo un pueblo. Los forzaron a comulgar con ruedas de molino y les vendieron la idea de que juzgar a los responsables de la guerra y la posterior dictadura "sólo" serviría para "remover mierda". Claro que sí, ¡guapi!

¿Por qué iba a ser necesario limpiar todo el sistema, sanearlo y montarlo de cero si Franco ya lo había dejado atadito? Esa limpieza "sólo" hubiera conseguido arrancar a los franquistas del sistema judicial, quitar poder a los beneficiados por Franco durante y posteriormente a la dictadura, evitar que personajes como Fraga se pusieran la camiseta de "demócrata" después de manchar sus manos de sangre durante más de veinte años, poner en su sitio a los "barones" socialistas que nos vendieron cortinas de humo durante años (qué decepción, Felipito, qué decepción...) y darle una bofetada de realidad a Jota Ce. Estos y otros personajes, de una manera u otra, estuvieron involucrados en mayor o menor medida con el famoso «¡Quieto todo el mundo!» del Congreso, ya fuese durante los meses anteriores o los días posteriores. Súmenle a eso la historia más reciente de «mi querida España, esta España mía, esta España nuestra...».

Con todo este panorama histórico volvemos a la actualidad, incluso aunque esa actualidad a veces parezca tan rancia como aquellos tiempos.
«El que no conoce su historia está condenado a repetirla».
Tras un intento de medirse el tamaño del pene entre dos presidentes ineptos (uno porque literalmente lo es; el otro porque quería ver hasta dónde se estiraba la goma sin darle en la cara), nos hemos encontrado con una ola de españolismo y aprensión hacia el estado. Gente gritando a policías, que se supone que están para protegernos a todos, el famoso: «¡A por ellos!» como si fuese un duelo a vida o muerte entre Íñigo Montoya y el tío que mató a su padre («Prepárate a morir»). Hemos visto gente sacando la bandera con el águila de Franco (que no la de los Reyes Católicos, que os veo venir y os voy a meter un calcetín MUY sucio en la boca, "pesssaaaos"). Una bandera A TODAS LUCES anticonstitucional. Pero, espera, que estamos en España. Eso es libertad de expresión. Saca una bandera con la esvástica en Alemania, que te dan dos palmadas. En la cara. Con una silla.

Ahora, si saco yo la preciosísima bandera tricolor republicana soy una separatista, una roja de mierda y sólo lo hago por provocar y buscar enfrentamientos. Qué más dará que esa bandera fuese elegida por el pueblo allá por las elecciones del 12 de abril de 1931.

Hemos visto niñatxs y "abultos" con pulseritas y banderas clamando su España unida mientras entonaban el "democrático" y "unificador" Cara al sol.
«Y la una, grande y libre, por macabra y asesina, en sus ansias de ser una siempre estuvo dividida» [Comparsa gaditana La Comunidad]

Porque el problema no es que Cataluña quiera independizarse, sino que este problema político empañe y se utilice para quitar de primera línea de los medios de desinformación los casos: Nóos (PP y Casa Real), Adigsa (CDC), AVE (PSOE), Andratx (PP), Antonio Rodríguez (PSC), Arcos (PSOE), Arena (PP), Arona (CC), Astapa (PSOE), Atarfe (PSOE), Auditorio (PP), Baltar (PP), Banca Catalana (CiU), Bankia, Biblioteca (PP), Bitel I y II (PP), Bomsai (PP), Bon Sosec (PP), Brugal (PP), Bárcenas (PP), Caballo de Troya (PP), Caja Navarra (UPN), CAM (PP), CCM (PSOE), Campeón (BNG, CDC, PP y PSOE), Camps (PP), Can Domengue (UM), Carioca (PP), Carmelitas (PP), Castellano (PP), Catis (PP), Cementerio (PP), Clotilde (CDC), Conde Roa (PP), de la Contrucción (PP), Cooperación (PP), Cudillero (PSOE), De Miguel (PNV), de la Ciudad del Golf (PP), de los ERE de Andalucía (PSOE), del Lino (PP), Dívar (Consejo General del Poder Judicial), Dolores Reyes (PSOE), Egüés (UPN), El Roblecillo (PP), El Trompo (CC), Élico (PP), Emarsa (PP), Emperador (PSOE), Epsilon (PNV), Fabra (PP), Faycán (PP), Feval (PSOE), Filesa (PSOE), Fitur (PP), Flick (PSOE), Fundación (UDC), Funeraria (PP), Góndola (PP), Guateque (PP), Grandas de Salime (PSOE), Gürtel (PP), Gustavo Cuéllar Cruz (PSOE), Harrag (PSOE), Hügel (PP), ITV (CDC), Ibatur (PP y UM), Ibiza Centre (PSOE), Imelsa (PP), Interligare (PSOE), Invercaria (PSOE), Las Teresitas (CC), Lasarte (PP), Lezo (PP), Líber (PP), Lifeblood (PP), Limusa (PSOE), Luciano Alonso (PSOE), Madeja (PP y PSOE), Manga (CiU), Manuel García Moreno (PSOE), Marchela (PP), Marea (PSOE), Margüello (PNV y PSOE), Matsa (PSOE), Merca Madrid (PP), Naseiro (PP), Ópera (PP), Orquesta (PP y PSOE), Over Marketing (PP), Palau (UDC), Palma Arena (PP), Paraíso (PSOE), Parques Eólicos (PP), Patos (PP), Peaje (UM), Picnic (UM), Piscina (PP), Pitiusa, Plan Territorial (PP y UM), Plaold (PSOE), Plasencia (PSOE), Plasenzuela (PSOE), Pokémon (PP y PSOE), Poniente (PSOE y PdA), Porto (PP), Pretoria (PSC y UDC), Puerto Gallego (PSOE), Púnica (PP), Rasputín (PP), Relámpago (PSOE), Riopedre (PSOE), Salmón (PP), Scala/Cola Cao (PP), Taula (PP y PSOE), Terra Natura Benidorm (PP), Torres de Calatrava (PP), Torrevieja (PP), Tótem (PP), Treball (UDC), Troya (PP), Turismo Joven (PP), Túnel de Sóller (PP), Umbra (PP), Uniformes (PP), Zambrana (PNV), Zamora (PP), Zeta (PP).


No sé si habrás llegado hasta el final porque es vergonzosamente soporífero. Más de 1900 imputados y al menos 170 condenados en más de 130 causas según EuropaPress. Todos estos casos sin mencionar los ordenadores y discos duros destruidos, los papeles desaparecidos o hechos trizas, los testigos de casos de corrupción muertos en extrañas circunstancias, los jueces destituidos por organizaciones con cierto tinte "oscuro", las "absoluciones", las fianzas y que, de 483 implicados, haya sólo 82 condenas y, aún más irrisorio, VEINTIOCHO en prisión...

Y, mientras "esconden" estos casos de corrupción debajo de la alfombra, en una realidad que parece sacada de El Mundo Today o de El Jueves:


- Cantantes de rap acaban en la cárcel por denunciar la corrupción de la casa real (como decía Elvira Lindo, no tendrán mejores papeletas que solucionar los jueces como, por ejemplo, todas las enumeradas arriba) casi al mismo tiempo que el yerno del ex-monarca se va de rositas y con derecho a vivir en Suiza sin devolver lo robado


- Multan a jóvenes por "photoshopear" la imagen de su cara en una fotografía con el cuerpo de Jesucristo (en un estado supuestamente laico y aconfesional) mientras la iglesia sigue gozando de privilegios como no pagar IBI en muchas de sus propiedades (gracias a la Ley de Mecenazgo de la que no sólo disfruta injustamente esta organización) o se toman la libertad de opinar sobre pederastia y misoginia echando la culpa de las mismas a las propias víctimas


- Persiguen a tuiteras y tuiteros por publicar chistes sobre Carrero Blanco o retiran obras de arte de ARCO por ser polémicas mientras un sector de la población pasea banderas franquistas sin consecuencias legales o miembros del "democrático" PP se ríen de los muertos en fosas comunes o fantasean con la idea de disparar a miembros de Podemos en cunetas. Se ve que la Ley Mordaza sólo funciona en una dirección


- Se vacían los pueblos y las ciudades con las denominadas "fugas de cerebros" mientras Rajoy clama en el Congreso que España es un país que invierte en trabajo e investigación... Que se lo digan a la Marea Granate o a los 769.845 jóvenes (un 70%) que estamos fuera de España porque no hay futuro para nosotrxs en casa


- Lxs jubiladxs ven cómo vacían la hucha de sus pensiones (después de haberlos desplumado con las preferentes) utilizando su pan para pagar deudas que ha creado el propio gobierno (entre robar, mandarlo a paraísos fiscales, comprarse trajes, pagar a amigos, subirse ellxs el sueldo, privatizar la sanidad para más amigxs, subir las tasas universitarias para que sólo su prole pueda estudiar con el dinero que tienen en Suiza, salvar al banco de su colega que, por cierto, es el mismo que andaba estafando a la tercera edad... ¡No dan a basto!).
Estas mujeres y hombres son gente que lleva toda la vida luchando. Gente que ha vivido la época más cruda de la historia de la España más reciente. Que sacaron a su familia adelante durante la guerra, la post-guerra y la dictadura. Que mandaron a algunx de sus hijxs a estudiar cuando se pudo y que, cuando nos ha estallado la burbuja inmobiliaria en la cara con el beneplácito del Banco de España, han tenido que volver a sacar adelante a sus "herederxs", ya crecidos, además de a sus nietxs en muchos casos. Estas mujeres y hombres han tenido además que tragarse, como ya he dicho, las preferentes. Ser avales y perder sus casas por intentar salvar las de sus hijxs... Pero no era suficiente. En los últimos años el 90% del dinero destinado para ellxs ha DESAPARECIDO. Porque el Gobierno había vaciado tanto el resto de arcas entre chanchullos, puertas giratorias y creación de puestos de trabajo innecesarios hechos a medida para sus coleguis que han empezado a tirar de lo más sagrado. Esta gente sale a la calle a protestar, a llevarse palos y lo que les echen mientras lxs más jóvenes se quedan viendo el fútbol, jugando a la Play y rumiando entre dientes que pasan de la política

«Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra que bosteza
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.»
[Antonio Machado, Españolito]
Porque ya no es sólo la desigualdad económica. Es el pulso de poder que el gobierno ha decidido tomar contra la ciudadanía.
Nos recuerdan cada día quién tiene el dinero, los medios y la sartén por el mango para caer de pie mientras nos explotan laboral y psicológicamente.
Cuando te quitan derechos de bienestar no lo hacen porque exista una crisis económica o porque «hayas vivido por encima de tus posibilidades». Lo hacen porque quieren. Porque no están dispuestos a rebajarse sus sueldos ni sus privilegios por ti. Porque ellos quieren más y saben que van a poder seguir dándote menos. Porque saben que no vas a protestar o, que si lo haces, les va a dar lo mismo y seguirán haciendo lo que quieran mientras sigan teniendo sus votantes, ciegos como topos (ya dicen siempre en mi casa que no hay nada más tonto que un obrero de derechas) o mientras puedan manipular elecciones o controlar con el miedo a un mal mayor que ni siquiera existe.

«¿No puede uno hablar aquí o qué? Coño, a ver si no puede uno hablar aquí. A la mierda, joder. Estoy hablando con el ministro y no con ustedes. Ustedes están habituados a hablar siempre porque aquí han controlado el poder toda la vida y ahora les fastidia que vengamos aquí a poder hablar las gentes que hemos estado torturados por la dictadura. Eso es lo que les jode a ustedes, coño, y es verdad, joder. ¡A la mierda!.»
[Labordeta, Marzo de 2003 en el Congreso de los Diputados]

A quien quiera que me esté leyendo: la política no es robar, ni engañar.

La política es entendimiento y justicia.

La política a la que estamos acostumbrados no debería ni de tener ese nombre.

La política se debería emplear para promover el bienestar económico y social de una democracia (real) y no para satisfacer los intereses de unos pocos.

Política es que, en Madrid, Manuela Carmena consiga llenar las arcas del Ayuntamiento y aumentar el dinero que se invierte por ciudadano en servicios o cerrar las cuentas de 2017 con un superávit de 1.120 millones de euros. Y, aún así, mucha gente sigue pensando que es mentira o cómo es posible.


La respuesta es muy sencilla. Atentxs:

NO ROBANDO

Es triste.

Es triste que yo tenga miedo a publicar esta entrada sobre mi propio país.

Pero vengo de una familia que luchó por la justicia. En mi casa no me enseñaron a tener miedo, ni a bajar la cabeza, ni a auto-silenciarme cuando lo que pasaba a mi alrededor era ética y moralmente incorrecto.


Yo quiero a mi tierra. Con el puño en alto y la quiero. Pero no quiero una bandera impuesta, ni un régimen impuesto, ni una democracia de mentira.

Porque yo sí entiendo que España no es una y ahora no es libre.
Que el mundo es muy vasto y está lleno de vida.

No quiero que me engañen ni que quien luchó por mis libertades en primer lugar se tenga que apretar más el cinturón.

«De todos modos, mi querido Vigodsky, me tiene usted del lado de la España joven y sana, de todo corazón al lado del pueblo, de todo corazón también enfrente de esas fuerzas negras -¡y tan negras!- a que usted alude en su carta. En España, lo mejor es el pueblo. Por eso la heroica y abnegada defensa de Madrid, que ha asombrado al mundo, a mí me conmueve pero no me sorprende. Siempre ha sido lo mismo. En los trances duros, los señoritos -nuestros barinas- invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva. En España, no hay modo de ser persona bien nacidad sin amar al pueblo. La demofilia es entre nosotros un deber elementalísimo de gratitud.»[Antonio Machado, carta al escritor Vigodsky]

Si este mensaje llega, desde el otro lado del Atlántico, sabed que no todxs lxs jóvenes estamos dormidxs.

Que, aunque sea en la distancia, sigo luchando. Sigo llevando nuestra historia y explico la verdad a quiénes habían comprado mentiras.



No estáis solxs.

Sí, se puede.


¡Salud y república!


domingo, 18 de febrero de 2018

The "ghosting" theory

Traveling to foreign countries is something that I've been doing since Erasmus happened in my life. Is always a terrifying experience since you go alone and you put all your efforts in finding your own place. A home where you feel comfortable even though you'll eventually leave. A family.
The worst part is usually the cultural shock. Until now, all countries I've travelled were European places. We may be different, we may have different languages and costumes, but going to places such as Greece, Italy... Made me realize that there are more similitudes between us, as Mediterranean, poor, hardworking countries than I thought.
We're truthful outgoing people. We have nothing so we share everything. We open our houses, lives and hearts to those who are in need or willing to get to know us.
You can see many differences between the countries within Europe. Some are more humble, humane. Some are more posh, cold... But at the end we get to understand clichés.
When I came to the states I wasn't expecting anything. Some friends from different states warned me about my kindness. They were afraid of that stupid goodness in me dramatically crushing against the falseness of their culture. The fake smiles, the dishonest "truths", the lies... The warmth this culture shows that rapidly turns into selfishness. People who need or want something from you and will get it by any means necessary. Once they have what they want, don't expect anything else from them. They'll ghost you. And ghosting someone is something that I didn't even know existed before I came here.
I'm not all good. I'm not an angel. I'm more evil. But that evil collides with the evil here. Because mine is Spaniard. Is more about making the most of every opportunity, have fun, prank people around, dark humor and not being taken for granted. Here evil is about using people, breaking hearts, deceive and lie... And that's something I'm not use to.
Nobody has made me changed in my life. I've learned from my mistakes, from others mistakes... But I've always had in mind that whoever is in front of me cannot be compared with someone that hurt me in my past. My parents always taught me that using people and being jerks to them is not acceptable. And, for what matters in this country, I don't need a God to tell me that. Is common sense and empathy what works for me.
In just six months I feel that I've been used and disposed more times than in 31 years old.
Women are raised under a huge social pressure. Find a man before you're too old. And men will try. Oh believe me, they'll try... For men here women are just mere objects. Toys to play and break. They'll try with you, your friend, your "sister" and whoever is in the path. They'll give you false hopes, drive you insane... And, in the end, they'll say you were the crazy one. They'll turn you against your sisters and you'll become one more statistic. Another jealous crazy lady to whom he did no harm.
I've seen more understanding between women that finally talk to each other than otherwise, but there's still a lot of them who keep thinking men is the price and will fight you even though you're not the one to blame.
Of course there's a few men worthy, but all of this will happen under their knowledge and you won't see them taking a stand, saying to other men that using women (or other people in general) is not right. For them will be funny to see how patriarchy works and most of the time will agree on calling women crazy because of their reaction against a broken heart.

"You can have many acquitances, but real friends can be counted on the fingers on one hand". That's a Spanish saying that I just got to understand once I realized how this culture works.
It's kind of sad. You could said I am a very naïve person but the truth is that I choose to believe in people, in their inner good. I don't have any reasons to lie to people. Why would they have them then? Would I be smarter for not trusting people or would I just become a not at all genuine person?

I have always chosen to be myself, therefor, genuine. And that does not make me less smart, but more aware of where I am living. 

Since I started this post I've had the time to analyze my feelings. Even more, I've talked to many other people about this situation and I've found out that I was not the only one shocked by this behavior. 
Many others are heartbroken. Not because of a failed relationship, but for being deceived and disappointed by people they trustred. And trust is something you earn with time and can be lost in just one second. 
Time, effort and understanding you gave to people you deeply liked or loved. A million feelings and moments you wanted to share with them as your most precious treasure that have been left with no place to go. 
While analyzing those experiences, which mostly come from a culture where freedom of speech is not a real thing (since people hide their feelings in plain sight and are not able to comfront and talk through a situation where disagreement has taken place) I found the lights. 
Yes, lights, in plural. Not light. 
All of those who are made from a different "dough" (as I would say in Spain).
People who don't match with the culture they were born in. 
Truthful, loving and bright ones who seek for a change and a chance to be known, to be seen.

It might not be enough, by I see you. And you are powerful. You irradiate an energy the world needs to be able to feel more often. All the time. And you are not alone. You just need the courage to go out and speak up. Stand up and you will see other people standing up right next to you. 
You will be surprised of how many and how close they are. 
Be straight forward. Show to the world how communication can be the key to change behavior.
Prove wrong to whoever think that hidding feelins is the answer. That ghosting people is acceptable. 
A word for a ghost. Don't turn your face the other way when you see who ghosted you. It might be hard at the beggining but, at the end, it will be better if you say everything you needed to say rather than keep it in silence. 
A person who is able to "ghost" an equal, will take advantage of the fact that nobody is going to complain. They think they're safe doing whatever they want and that's not true. 

Feelings come and go, people get over them but, if you ever took the courage to go to someone and made them know you liked them, have the same courage to come whenever those feelings are gone and give that person a closure. That's the least they deserve.
It is hard. But if you have a little bit of self-respect, don't let people think you are a dickless coward.

For those who have been ghosted, I know it is painful and outrageous. You feel mad, betrayed and torn apart but, do you really want someone in your life who is such a piece of shit? I don't think so. They are doing you a favor. So return that favor. And when they think they can get away with a ghosting move, prove them otherwise. Talk to them, make them know that you are not mad, but dissapointed. That they are less than worthless and that, if they ever thought highly of themselves, the least they could have done was to face you instead of hiding as a scared child. What are they? Adult men or babies wearing dipers? Did they really think you could not take a break-up or it was actually their balless-selves the ones carrying the shame of not being able to talk because they were already thinking in many ways to go and hurt someone else?

I am a straight forward person. I choose communication. I choose to be brave.
So I expect the same from you. 
And if you think what I said it's slighty truthless, try to prove me wrong. 
Peace out!

sábado, 23 de septiembre de 2017

Heart versus mind

Creo que no estoy preparada para soltar pero sé que debo.
Creerá que estoy loca, pero como dirían Mocedades o Isa Calderón:
"Estuve loca ayer, pero fue por amor"  

Isa Calderón "Lobster"

Las cosas no vienen dadas porque nos las inventemos sino más bien por las mentiras que nos creemos. No es la primera y, aunque desease que fuese la última, no puedo decir que de este agua no beberé.
Es una lástima dejar aflorar toda una serie de sentimientos con la intención de alimentar una relación nociva.
Alimentar un ego ajeno que alimenta tu humillación personal.
Dar migajas que se cogen como si llevases pasando hambre toda una vida.
Acepto que todo el mundo tiene derecho a sentir y dejar de sentir.
No puedo aceptar que esos sentimientos sean considerados un derecho para utilizar a otras personas. Sea sexual o anímicamente.
Desgraciadamente el complejo de Juana de Arco siempre me da más disgustos que alegrías.
Me empecino en salvar gente que no necesita ser salvada.
Que simplemente me va a arrastrar con ella.
Hace muchos años decidí no volver a enamorarme. No buscar ninguna relación sentimental con nadie del sexo opuesto. Esa decisión se convirtió en una maldición.
La maldición de no poder evitarlo.
Mi hermana siempre dijo que yo era una persona bohemia. Que no me enamoraba de las personas, sino del amor. Y, con el amor, viene el concepto idealizado de lo que tú crees que son en realidad esas personas.
Esa maldición me convirtió en una mujer ingenua adicta a las relaciones prefabricadas, nocivas. Las que vende Hollywood en cada producción de mierda dónde los conceptos de heteropatriarcado y princesas que necesitan ser salvadas por hombres manipuladores, egoístas y con baja autoestima florecen como las setas venenosas en cuanto caen cuatro agónicas gotas de lluvia.
Yo no era una princesa en apuros. Al menos no de primeras. Pero sí acababa siempre convirtiéndome en un ser pusilánime, anulado y henchido de buenas intenciones que tenían el único objetivo de conquistar, reparar y restaurar a ese intento de personas, que no merecen ni el título de hombres, como si de un mueble viejo y apolillado se tratara.
Imagínate estar lleno, ver las setas y pensar: "Bueno, un poco más no hará daño". Masticas, tragas y empiezas a alucinar.
Porque a mí me han enseñado que mentir está mal. Y que la gente es buena. Y por eso procuro rodearme de ella.
Un día la profesora preguntó en clase de Psicología que levantasen la mano todas aquellas personas que tuviesen algún amigx, familiar, compañerx de trabajo que les hiciese sentir mal y al que tuviesen que sonreír por cortesía ante su falta de respeto. Yo no levanté la mano.
Nadie que considere amigx me hace sentir eso. Si los ha habido no han durado mucho en mi vida.
Mi familia, toda ella, son los ingredientes generacionales de quien soy. Su salvia en mi árbol genealógico me ha hecho analizar, aprobar y rechazar comportamientos propios y ajenos para no arrastrarlos en mi carga genética.
Una actitud de ese género no se la aceptaría a un compañerx de trabajo y, actualmente, puedo ser feliz de trabajar con quien lo hago.
Quizás si hubiese especificado: "Que levante la mano quien sea tan gilipollas de aceptar que una persona que te interesa, en el sentido sentimental de la palabra, te trate como si fueses un cero a la izquierda", hubiera tenido que levantar las dos.
Y de ahí viene que escriba este blog hoy.
De la rabia seguramente, de la ira. Del sentirme estúpida por seguir creyendo que quedaba algo de bueno en todo lo que siento. Por seguir alimentando mi esperanza como si le debiese algo a alguien, como si no me pudiese creer que, dados los hechos, esa persona en realidad siente desprecio hacia mí. ¿Cómo va a sentir desprecio si mi cerebro, automáticamente, creyó todo lo bueno que me decía?
La gente no miente... ¿no? Bueno, quien no miente en realidad es la gente que te sigue acompañando cada día. Los que no apartaste en su momento porque te hacían bien y te ayudaban a construir este yo en el que me he convertido.

Me va a costar. No porque sea irremediablemente subnormal sino porque nunca me acostumbro a pensar que no toda la gente es buena.
En cualquiera de los casos, él estará mejor sin mí y yo, categóricamente, estoy mucho mejor sin él.
Y puede venir todo Hollywood con un ejército que me voy a pasar sus historias de amor por el mismísimo coño.

Los hombres sanos mentalmente y feministas siempre serán bienvenidos a mi vida.
Deja de ponerte excusas.

Cómo dice Isa Calderón:
"El amor, como los recuerdos, si se dejan de evocar, se van" 
Isa Calderón "It"


jueves, 21 de septiembre de 2017

78. Hoy, después de la clase de psicología...

Hoy, después de la clase de Psicología, mientras recogía mi tenderete, he aprovechado para charlar un poco con la profesora.
Resulta que el miércoles que viene hay examen y yo no tengo que hacerlo, así que ha dado permiso a lxs alumnxs para tener libre el viernes y cambiar la presentación de los resultados de nuestra investigación (5 mujeres solteras y 5 hombres solteros VS. 5 mujeres con pareja y 5 hombres con pareja, en qué se fijan para tener una pareja los solteros y en qué se fijaron los que tienen pareja) para el lunes.
Le he confesado, aunque no es nada nuevo, que su clase es actualmente mi clase favorita. Me siento bien cada vez que sé que me levanto para ir a escuchar sus teorías. Me siento integrada, cuenta con mi opinión... Le he dicho que es la primera vez que me siento mal sabiendo que no voy a tener clase el viernes y que el miércoles, como yo no tengo que hacer el examen, también.
Le he dicho que, después de su clase, tenía que ir a Política y Gobierno de los EEUU "a pasar un mal rato".
Un mal rato porque me siento idiota en esa clase. A veces no entiendo a la profesora, lxs alumnxs o lo que dicen. Cuando tengo algo que decir por no compartir la opinión de la profesora, me siento infravalorada, como si mi opinión, por ser europea, no importase.
Mi profe de Psicología, que es puro amor, me daba posibles razones para explicar mis sentimientos o las reacciones de la profesora que no entiendo respecto a mis argumentaciones.
En un momento de la conversación he sentido que iba a comenzar a llorar. Me he contenido. Creo que la profesora no se ha dado cuenta.
Cuando he acabado de hablar con ella, al despedirme, he sentido que no quería que la conversación terminase. Estaba interesada en saber de dónde vengo y en cómo funcionan las relaciones en la cultura en la que yo me he criado.
Cuando me he sentado en la clase de Política y Gobierno de los EEUU, repasando en mi cabeza la conversación con la profesora de Psicología, he tenido que realizar un gran esfuerzo por no llorar, de nuevo.
He pensado entonces que igual tengo que soltar un poco este mar salado que se me está inundando en los ojos.
He llamado a Criss, porque ella no sólo es psicóloga de profesión y de devoción, es también mi mejor amiga.
Me ha dicho que seguramente la profesora sí se ha dado cuenta de que iba a llorar. Sobre todo a mí. Porque Criss tiene un llorómetro ligado a mis mares que sabe medir perfectamente cuánto me falta para disparar y desatar el tsunami. Porque la profe es psicóloga especializada en comportamiento y relaciones humanas y porque yo no puedo evitar ponerme roja, que me cambie la voz y me brillen los ojos.
Hablando con Criss he reconocido en voz alta todo lo que echo de menos y las ganas que tengo de viajar a mi casa. No porque no sea feliz, sino porque necesito un chute de energía. Un chute de mi gente, de mi sangre.
Echo de menos pasear, echo de menos hablar en castellano.
Echo de menos llegar a casa y que me reciban Cuki y Frida. Echo de menos que duerman conmigo y que me miren como si me entendieran cuando les hablo.
Tener más tiempo, teneros a todxs más cerca. Salir a echar unas mahous por Herradores y seguir el ciclo de eventos culturales que plagan Soria de septiembre a julio. Los Brugal cola a 5€ y las cosas que no llevan 10kg de azúcar.
Llevar el control de mis propios horarios y no tener cada hora del día cuadriculada en una hoja de papel con diferentes colores que me dice dónde tengo que estar y a qué hora en cada momento.
Por eso me gusta mi jardín. Las horas pasan, siento la tierra.
Echo de menos una discusión en casa, un abrazo de reconciliación y una cena con mi hermana y el Saturday Night en Palencia.
Echo de menos relacionarme con personas sin que estas asuman que esa noche han conseguido ligar, sea cierto o no.
El final de septiembre, aunque sea a 29ºC, no es un renuncio. No me he rendido. Sigo llevando a esa aventurera dentro.
Pero, a los que estáis lejos y pensáis que no os echo de menos estáis locos si creéis, por un sólo momento, que no tengo cada día un hueco en el que no os dedique un sólo pensamiento.
Más amor, por favor.

viernes, 11 de agosto de 2017

Y volver, volver, volver...

Aún recuerdo, como si fuese ayer, la primera vez que dejé Soria.
Fue en 2011. Empezaba mi aventura Erasmus. Sólo llevaba dos años allí, pero habían sido suficientes para enamorarme hasta las trancas de mi ciudad adoptiva.
Recuerdo VillaCuki II, en la terraza de casa. Abrazada a Ana y llorando como una magdalena.
Ana no tenía buen sabor de boca de Soria cuando empezó a formar parte de la familia villacukiana, pero Dani y yo éramos tan felices que le enseñamos a apreciar que la ciudad no lo era todo y que simplemente le hacía falta gente como nosotros, enamoradxs de Soria, porque otras personas no habían sido capaces de hacerle ver la magia que puede llegar a tener.
Ana me preguntaba que por qué lloraba. Que iba a vivir la mejor experiencia de mi vida. Yo le respondí que el problema no era lo que me deparasen esos nueve meses, sino que tendría que volver. Y que ellos, mi familia, ya no estarían. No estarían las fiestas hasta las mil en el salón de casa. No estarían Tony, ni Giorgia, ni ella, ni Dani. No estaría el tener siempre invitados, ni la comida de la mamá de Ana, ni Dani pequeño para llevarme tigres a la hora de comer pero como si fuera el desayuno porque yo aún no me había levantado de la cama. No estaría Dani para darme tabaco e invitarme a copas porque yo no tenía nunca pasta, pero él me decía que yo lo compensaba dándole de comer porque eso era algo que yo siempre tenía: la despensa llena.
Éramos como una familia pobre en la que en realidad no faltaba de nada.
Ya no me levantaría en esa cama, con ese ventanal de frente viendo nevar mientras decidía si iba a ir o no al jueves lardero.
No estaría el aparecer Alvarito e irnos todos de excursión improvisada a las pozas de Arnedillo.
Que Ana decidiese un martes que era un buen momento para ir al "Champi" y almorzar todos juntos... O que saliese cada hora de su habitación diciendo que tenía hambre y todo cristo se pusiese a cocinar (así me puse ese año de ceporra).
No estaría Tony, entrando por la puerta de casa diciendo: "Hoooolaaa..." con ese acento pugliese que me tenía enamorada, ni las películas con Dani hasta las mil en el sofá que más que miedo, nos daban risa "Chi, chi, chi, chiiiiiri timeeee". El conocer con Ana a cualquier persona por la calle, fuese con las tunas o no, y acabar haciendo amigos hasta en el infierno. Lo sigo haciendo en nombre del recuerdo.
Los intentos, inagotables, dulces y llenos de amor, de Ana y Dani por ayudarme a superar mis miedos.
Porque ese año me di cuenta de que Soria iba a ser siempre el lugar donde dejaría mi alma. Donde se sucederían las lágrimas y las despedidas. Porque todos veníamos de fuera y, en principio, no habíamos venido para quedarnos. Y yo escogí el camino difícil. Porque escogí a lxs mejores amigxs, pero en esa elección estaban siempre los que llegaban para irse: los Erasmus, los auxiliares, los que venían de otras ciudades.
Y me fui a Grecia. Y me fui sola, sin saber el idioma, sin conocer a nadie, lejos de la gente de mi clase, porque no quería ver a nadie y porque quería probarme a mí misma si sería capaz de sobrevivir. E hice hogar. Porque no soy capaz de adaptarme si no hago hogar. Y después de nueve meses volví a Soria. Y lloré. Y lloré por el amor. Porque me enamoré perdidamente del sitio, de mi gente, de Kevin y Amador, de Betsy, de Billy, Nina, Kelly, Pavlos, Mixalis, Luca, Lucie, de las fiestas en Bora o del bar a pie de playa. De los chupitos por ser españolxs y del Barça, del tsipourdádiko, de sus gentes y de él. De él que me dejó con el corazón hecho jirones aunque, sin quererlo, me devolvió una parte de mí. Me quitó un trocito del miedo que me aterraba y me paralizaba.
Y al volver no pude escoger mejor hogar, de nuevo. Porque Fabri y Ross venían de la mano de Giorgia y vivir juntos fue como reencontrarse con alguien que, sin ser consciente, ya conocías. Y me separé por completo de la gente de mi clase porque tenía la opción de sentirme fuera de lugar con ellos o completa y amada por parte de los extranjeros. Y al final me encariñé tanto que febrero llegó demasiado pronto. Y ese autobús de las 3 am se ha llevado ya a demasiada gente que me importa. Y llegó Gianluca. Y Luis empezó a formar parte de mi vida de manera más constante. Y Luca. Y me sentía una reina. Rodeada de mis chicos favoritos, protegida por ellos y protectora de ellos. Sin la cabeza hecha un lío (o al menos no tanto), con el corazón entero y lleno y vibrante.
Y entre idas y venidas, malos recuerdos y espacios en blanco que más bien he querido fundir a negro, llegó Ambre. Llegó un alma gemela. Y con ella y con Gianluca me di cuenta de que todas esas lágrimas, aunque necesarias en su momento, me habían dejado huella. Y debía entender lo que entendí con ellos: que nadie se iba para no volver. Que los reencuentros eran posibles. Que el hogar que habíamos creado juntos en VillaCuki no acababa cuando se iban, sino que se iba con ellos y se quedaba conmigo y que siempre podríamos volver a casa, sólo que ahora estaba repartida por otros lugares del mundo. Y me licencié, y canté junto a ella, mi hermana de voz y no podía ser más feliz.
Entonces llegó Noemi, y llegaron Juaco y Nelson, y volvió Gianluca y volvió mi Luis, después de librar sus propias batallas. Y me licencié de nuevo porque me negaba a dejar Soria aunque hubiesen pasado seis años. Porque Soria era mi libertad. Y yo estaba rodeada de felicidad.
Y un año más volví. Y con ese año vinieron Clarisse, Felipe, Toño (de nuevo), Matt, Charlie, Anne Laure, Jessica... Y llegaron especialmente Marti y Laura para recordarme quién era. Para levantarme de una zancadilla que más bien fue un favor. Porque nadie sabe ni sabrá nunca lo feliz que me hicísteis. Y eso fue un antes y un después en todo.
Y os íbais yendo a cuentagotas y Anne Laure se negaba a dejarme y yo me negaba a que me dejara y alargábamos como dos enamoradas nuestro tiempo juntas "What a wonderful matrimonio lésbico we are".
Y Marti me propuso echar una beca, así a tontas y a locas, un mayo antes o después de Catapán. Y a tontas y a locas la eché, sin nada que perder, con un buen presentimiento. Y desde ese mayo fueron pasando los meses y yo fui pasando fases y la beca empezó a convertirse en algo real.

Y llegan Audrey, Stephane, Vicky, Agathe, Diego, Hasan, Maria y Bailas con Paula, Anne y Audrey "je l'aime a mourir" y la mujer de verde y Antwoord hasta las mil en los bares en los que hemos hecho familia de otra madre y otro padre. Y lloras aunque prometiste no volver a hacerlo.

Y vuelves a casa y tus padres te dan todo el amor que pueden. Y ves a tu abuela cumplir 99 años. Y tu hermana consigue darte una sorpresa por primera vez en tu vida y reúne todos esos pedacitos que amas de Palencia y de Soria y del mundo y te hacen un vídeo que me saca lagrimones porque al final resulta que sí existen las cosas bonitas.
Y esa es la magia de la vida.
Y aunque vivimos en puntos diferentes de la geografía española consigo ver a Tito, a Miri, a Urre, a David, a Criss, a Ivi, a Edu, a Cristonga y a los que no están a través de ese maravilloso vídeo o de una llamada telefónica.

Y, aunque los inviernos siempre son duros en Soria, cuando viene el buen tiempo vuelvo a recordar porqué me quedé en su momento. 
Porque yo cuando me voy de un sitio siempre prometo volver pero nunca lo he hecho. Y al único lugar al que siempre he vuelto ha sido Soria, y en Palencia también está mi hogar.

Y aunque la beca da mucho miedo he empezado a superar la ansiedad del cambio. He empezado a recordar por qué escogí Grecia en su día. Porque quería ir sola y probarme a mí misma que podría sobrevivir. He empezado a verme como a una afortunada. A recordar que no importa lo que pase allí, porque siempre salgo al paso de las dificultades. He tomado la decisión de recordar la ilusión y el buen presentimiento que sentí cuando ​rellené el papeleo aquel mayo de 2016.

Así que no os mováis mucho porque pienso volver más sabia, más fuerte y con más cicatrices de esas que se crean cuando termina una etapa y tienes que volver a recorrer un nuevo camino. Y recordad que siempre, SIEMPRE os llevo conmigo de la mano. 

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