Star memories

Mostrando entradas con la etiqueta VillaCuki. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta VillaCuki. Mostrar todas las entradas

martes, 22 de julio de 2014

Ambre sin hache

Te escribo desde la piscina... Y no te lo digo por darte envidia. Es más bien porque te echo de menos. Son ese tipo de cosas que haríamos juntas, como algo cotidiano.
Pienso en ti y se me vienen a la mente cosas familiares, como si fueses la hermana pequeña que nunca tuve.
Tú ya lo sabes: compañera de juegos.
Y aventuras también. Todas las travesuras del mundo. Todas tenían lugar y disculpa.
Y es que no hay nada como tener cerca a alguien tan loco como uno mismo para dar rienda suelta a la imaginación y a la valentía. Tú me has hecho fuerte. Y si estábamos juntas, los demás se desvanecían. Si nos separábamos un poco, bastaba mirar unos metros más allá, localizarnos con la mirada y volver a la calma.
Y si no, cuando cantábamos, dentro o fuera de Coro, ni siquiera era necesario mirar. Oía tu voz al lado de la mía.
Yo también querría que acabasen tus vacaciones en Bélgica y que volvieras a casa. Sería estupendo.
Siempre nos quedará el Atríviate y, quién sabe, igual en un futuro tengo que trabajar en Bélgica para el Parlamento y volvemos a repetir como compañeras de piso.

Cómo diría nuestra Elvisa:
"Y ya está. Espero que te haya gustado este tutorial. Ciao..."
<3

viernes, 17 de enero de 2014

The things I would change

It's been a looooong time since I don't write in English, but this is a special post. This one is for my friends from Greece. The ones who were borned there and the ones I met there.

As long as time goes by, I think everyday more and more about my life there. It's something I cannot forget.
I thought time would be enough to smooth the memories of all of us, but I guess that's just the way life has to remind us who we were and who we became together.

Mistakes and good things. All together. And now I would change so many things... I will never know if it should have been different. I'm those kind of people who believes "EVERYTHING HAPPENS FOR A REASON". But the inner me, has sometimes a different point of view.
I wonder what would had happened if I hadn't took other people's acts so personal, or what if I wouldn't had allowed other people mess with my life, or maybe if I could had been stronger than I was...
I even wonder sometimes, if that person was the real me and I'm lost now... Or if this is who I am and I was lost back then, when I felt as strong as Golliat and as weak as a babyborn.

It's odd how much I miss my Greek life. All about, my Greek friends and some people I thought I wouldn't miss... how some wounds healed with time, leaving both awfull and beautiful scars in me.

How should I made it better and how it turned out so wrong... Was I just an inmature girl or was too mature for so many childish actituds?

I cannot change things.

This is dedicated to all of you who made me smile back then. To all of you I called friends. Even more: to those I called family.
I owe you an apology. If I ever hurted you, if I ever made you feel uncomfortable, if I ever were the person I wasn't supposed to be, if I ever was a bad friend... I am so deeply sorry.
And I owe myself and apology too. For letting myself to fly with the winds of change. I should have remained stuck to the ones who knew me, trusting my instincts and not the whispers' words.

People hurted people. People hurted back. No one remained innocent.
People screwed things up to people. And we stood up, took a deep breath and kept walking.

I guess life is about that:

The ones I made a place in my heart to keep them when I left, will be always there.
Forgive and forget, they say.

And love will always win.





martes, 14 de enero de 2014

1º del 2014

Últimamente, cuando me entran ganas de llorar, suelo repetirme: "Sé fuerte". Y las lágrimas, paran de repente.
Hoy ha sido el primer día en el que una vocecita tímida ha dicho: "¿Y si no quiero ser fuerte?"
El 2014 ha empezado... Y como si no hubiera empezado. Año nuevo, vida nueva.
Dicen que es uno mismo el que tiene que cambiar... Será que estoy en ello, porque pensé que ya lo había hecho pero las cosas no funcionan demasiado bien, ¡aún!
Las parejas que se besan por la calle, me recuerdan cada vez más a los de los videojuegos de The Sims... mismos movimientos estáticos y calculados, como manejados por una realidad virtual (qué curioso, esto puede ser verdad dado el artículo que leí el otro día).

Se me han pasado tres personas por la cabeza mientras bajaba la cuesta que va desde la estación de buses a mi casa. En lo que éramos y en lo que nos hemos convertido. Y me he sentido sola.
Pienso que parece que se acabó el: "Pobrecita Bea, necesita protección, necesita que hagamos piña con ella" y se ha pasado, de golpe y porrazo, al: "Bea puede sola"... Y la verdad es que no es cierto. Bea no puede sola. Lamento comunicarlo.
Aunque, visto lo visto, debo hacerlo sola.
Me he dado cuenta de lo orgulloso que eso suena. Y lo peor, es que no me gusta sentir ese orgullo, porque se está convirtiendo en rabia mal canalizada.

He llegado al portal y he encontrado algo que me ha arrancado una sonrisa y una lágrima. Las dos al mismo tiempo. Es una carta de Marjorie.
He pensado que el olor del portal no sólo debería traerme estos recuerdos de indecisión que ahora siento. Debería recordarme que ese olor característico del portal, también debe recordarme a Fabri, a Ross y a Gianlu.

Antes de volver aquí después de las Navidades, ya fui consciente de una cosa, y es que a lo mejor, aunque las cosas no son lo que esperaba, sí que soy consciente de que han aparecido otras personas en mi vida que me hacen sentir a gusto. Tengo otras tres en mente, aunque seguramente no sepan que son ellas.

Gracias Marjo. Aquí tengo tu carta. Me has hecho muy feliz. Y me has recordado qué tipo de persona soy. Quién soy. Y me has devuelto la magia del correo de toda la vida... Porque sinceramente, me ha hecho más ilusión encontrarme tu postal en el buzón, que saber que tengo cinco mensajes en facebook.


viernes, 22 de noviembre de 2013

Winter is coming

A veces las cosas no salen como queremos. A veces, y es una pena, los besos, los abrazos, el amor... se quedan a medio gas y en el tintero. Y a dónde van todas esas muestras de cariño, es lo que me pregunto muchas veces.
La gente te decepciona. Lo que no te mata te hace más fuerte... Y cuántas más veces caigo, desde hace un tiempo, más cicatrices siento. Más callo. Más dureza.
Me siento con menos ánimos de perdonar estupideces que se hacían con 15 años para empezar a tomármelas como ofensas que se infrigen a los 30. Me siento menos permisiva, más irascible, más exigente. Conmigo misma y con los demás. Más orgullo y mayor sensación de que mirar para otro lado cuando un amigo no me valora, no es lo que busco en mi vida.
Ganas de deshacer cosas. De establecer prioridades del mismo modo que aquellos que consideran que mis prioridades tienen que ir, por cojones, en 2° plano a las suyas. De dejar de hacer cosas que en realidad me gustan y disfruto porque no me siento valorada aunque piense que, de hecho, eso me hará más daño a mí que al grupo.
El sentimiento de abandono y desorden en todo aquello que conocías y creías que estaba bien. Como si la gente cambiara, se cegara con cosas que no me incumben, y se olvidaran de que lo importante es lo que tienes justo debajo de la nariz.
Intentas hacer las cosas bien, pero no funciona, hagas lo que hagas.
Y saber que ese desorden en mi habitación villacukiana, no es más, por mucho que me pese, que el reflejo de lo que está anidado en mi mente, mi corazón y mi estómago.
Volver a casa, con la sangre de mi sangre, y esperar recuperar un yo vago y lejano, semi difuminado por las lágrimas de darte cuenta de que se acaba Soria, y parece que el mundo allí creado, se autodestruirá en 7 meses...
La fortuna sonríe a los audaces.