Hacía tiempo que no actualizaba. No creas que no me he acordado de ti Anucha. Por eso he sacado un hueco para ponerte al día ;)
Exámenes... palabra impronunciable en estas fechas. Asco, caca, dolor de cabeza, agobios, trabajos, horas, cerebros que sufren de combustión espontánea... Caos.
No suelo ponerme nerviosa... Pero no sé muy bien ni a qué día estamos y me preocupa perder de vista una fecha o que se pase la entrega de algún trabajo o quedarme sin tiempo para terminar una traducción. Tengo la sensación de que la responsabilidad está entrando en mi ser. Está guay, la verdad. No pensé que ser responsable fuese tan divertido... Me hace sentir bien, jaja.
A pesar de todo, como buena erasmus y palentina, he tenido tiempo para sacar lo mejor de mi, no sólo en el “cole”, si no también en la “disco”.
No sé si las vértebras que sujetan mi cabeza ahora mismo, son mías o del vecino, pero ahí están. Doloridas. Recordándome que bailar Raffaela Carrá como si no hubiera un mañana, acaba pasando factura al día siguiente. Avergonzándome (ay si me hubiera visto mi hermana...) de haber bailado como loca la canción esa brasileña de “Nossa” que taaaaaanto odio (la culpa de todo la tienen Avidal y Alvés. Malditos seais). Si todos los días tuviese el ajetreo que he tenido antes de ayer, estaría en los huesos... Cuando consiga internet en mi santa casa, tendré que plantearme el poner me una cinta a lo Eva Nasarre y despertar a Luca en mallas mientras canto y bailo como una posesa... Ah no, que todo eso ya lo hago... (menos lo de la cinta en la cabeza, que es muy anti-estético).
En otro orden de cosas, hoy me ha dado por hacer cuentas de becaria (quién me mandaría). He hecho cálculos de lo que me dieron (una miseria, sí, ya lo sé) y de lo que me queda. Lo cual implica saber de qué “dineros” dispongo cada mes para hacer de mi estancia en la isla un lugar más confortable... La respuesta ha sido: “no me da ni pa' pipas”. Si todo está bien medido, rondarán unos 75€/mes (de propinilla). Quítale un día que tenga que comer en el Lesxi (o dos), un café con Bets, una escapada al Jumbo con Amador y Kevin, una copa, una botella de retsina, las facturas y la compra básica de agua y leche... Caput. Adiós Bea y su vida de erasmus feliz que “sobrevive” con 900€/mes... Cómo te odio Amador. Por qué mi madre no me dio una hermana más... También odio a Antonio Bueno, que es un trozo de pan, como su nombre indica, pero su asignatura de TPT es un maldito hueso que me voy a roer en la isla con patatas y una sonrisa en la cara.
Aún no he abandonado mi sueño de volver a mi pequeSoria hecha una mujer hecha y derecha, con un expediente limpio y listo para ser ensuciado con algún suspensillo de vez en cuando, pero con una señora beca a mis espaldas. Adiós a “Teoría y Práctica de la Traducción”, adiós “Francés CI, CII y CIII”, adiós malditos suspensos en asignaturas de 9 y 12 créditos que me amargáis la existencia. Adiós a quedarme a un p*to 10% de créditos aprobados y que el malnacido que fundó el MEC se crea que mis padres y mi hermana, cagan oro.
Bienvenidos (aunque sea una propuesta pepera que me saca de los nervios), los trabajos a media jornada por 500€, bienvenidos los fines de semana sin pedir limosna, bienvenidos viajes al extranjero que no podré hacer aquí como no me llegue una misteriosa herencia de una tía a la que nunca conocí o me encuentre un bono de la chocolatería de Willy Wonka (o del Euromillón, que el chocolate engorda)...
Ya está, paro. No quiero volver a ser la lechera. Ya me ha pasado estas Navidades. Odio el dinero. Volvamos al trueque. Un billete de avión por un besito en la mejilla. ¿No sería genial? “Hola mamá. Feliz cumpleaños. La señorita me dejó subir al avión después de pagarle con una sonrisa. Me ha dicho que venís gratis a la isla conmigo si prometemos que al llegar al aeropuerto le damos un abrazo”. Y todos tan contentos.
Pero tengo tiempo para ser feliz. Eso está bien. Soy una afortunada. Soy la última promoción en hacer Licenciatura de Traducción e Interpretación en la Universidad de Valladolid, en el Campus de Soria, y soy la última superviviente en el convenio erasmus entre Valladolid y Corfú. Sí, tal cual lo lees. Me he enterado de que a mi pobre Marichocho no le van a dejar ir a Granada porque han cerrado la beca como “erasmus” y sólo está disponible como “máster”... Y lo mismo con la mía. Máster... habrase visto... Esa palabra es sólo para los poderosos...
En fin, c'est la vie. Voy a ver si encuentro el cacho de cuello que me falta y termino algún trabajillo pendiente para dedicarme en cuerpo y alma al inglés de Mallinson y al griego de Theanw.
La vida es maravillosa. Y aunque tenga poca cosa, lo bonito de todo es que tengo con quién compartirla.
P.D. Tony vendrá en febrero. Fran, el amigo de Bets, también. Súmale Anabel y Aarón. Réstale una checa y un griego y tienes la fiesta asegurada:
Chup chup, ¡y listo!
POST SCRIPTUM: Hoy el Banco de Chipre se ha tragado mi tarjeta de crédito española... Ahora ya no me río tanto... ¬¬
Exámenes... palabra impronunciable en estas fechas. Asco, caca, dolor de cabeza, agobios, trabajos, horas, cerebros que sufren de combustión espontánea... Caos.
No suelo ponerme nerviosa... Pero no sé muy bien ni a qué día estamos y me preocupa perder de vista una fecha o que se pase la entrega de algún trabajo o quedarme sin tiempo para terminar una traducción. Tengo la sensación de que la responsabilidad está entrando en mi ser. Está guay, la verdad. No pensé que ser responsable fuese tan divertido... Me hace sentir bien, jaja.
A pesar de todo, como buena erasmus y palentina, he tenido tiempo para sacar lo mejor de mi, no sólo en el “cole”, si no también en la “disco”.
No sé si las vértebras que sujetan mi cabeza ahora mismo, son mías o del vecino, pero ahí están. Doloridas. Recordándome que bailar Raffaela Carrá como si no hubiera un mañana, acaba pasando factura al día siguiente. Avergonzándome (ay si me hubiera visto mi hermana...) de haber bailado como loca la canción esa brasileña de “Nossa” que taaaaaanto odio (la culpa de todo la tienen Avidal y Alvés. Malditos seais). Si todos los días tuviese el ajetreo que he tenido antes de ayer, estaría en los huesos... Cuando consiga internet en mi santa casa, tendré que plantearme el poner me una cinta a lo Eva Nasarre y despertar a Luca en mallas mientras canto y bailo como una posesa... Ah no, que todo eso ya lo hago... (menos lo de la cinta en la cabeza, que es muy anti-estético).
En otro orden de cosas, hoy me ha dado por hacer cuentas de becaria (quién me mandaría). He hecho cálculos de lo que me dieron (una miseria, sí, ya lo sé) y de lo que me queda. Lo cual implica saber de qué “dineros” dispongo cada mes para hacer de mi estancia en la isla un lugar más confortable... La respuesta ha sido: “no me da ni pa' pipas”. Si todo está bien medido, rondarán unos 75€/mes (de propinilla). Quítale un día que tenga que comer en el Lesxi (o dos), un café con Bets, una escapada al Jumbo con Amador y Kevin, una copa, una botella de retsina, las facturas y la compra básica de agua y leche... Caput. Adiós Bea y su vida de erasmus feliz que “sobrevive” con 900€/mes... Cómo te odio Amador. Por qué mi madre no me dio una hermana más... También odio a Antonio Bueno, que es un trozo de pan, como su nombre indica, pero su asignatura de TPT es un maldito hueso que me voy a roer en la isla con patatas y una sonrisa en la cara.
Aún no he abandonado mi sueño de volver a mi pequeSoria hecha una mujer hecha y derecha, con un expediente limpio y listo para ser ensuciado con algún suspensillo de vez en cuando, pero con una señora beca a mis espaldas. Adiós a “Teoría y Práctica de la Traducción”, adiós “Francés CI, CII y CIII”, adiós malditos suspensos en asignaturas de 9 y 12 créditos que me amargáis la existencia. Adiós a quedarme a un p*to 10% de créditos aprobados y que el malnacido que fundó el MEC se crea que mis padres y mi hermana, cagan oro.
Bienvenidos (aunque sea una propuesta pepera que me saca de los nervios), los trabajos a media jornada por 500€, bienvenidos los fines de semana sin pedir limosna, bienvenidos viajes al extranjero que no podré hacer aquí como no me llegue una misteriosa herencia de una tía a la que nunca conocí o me encuentre un bono de la chocolatería de Willy Wonka (o del Euromillón, que el chocolate engorda)...
Ya está, paro. No quiero volver a ser la lechera. Ya me ha pasado estas Navidades. Odio el dinero. Volvamos al trueque. Un billete de avión por un besito en la mejilla. ¿No sería genial? “Hola mamá. Feliz cumpleaños. La señorita me dejó subir al avión después de pagarle con una sonrisa. Me ha dicho que venís gratis a la isla conmigo si prometemos que al llegar al aeropuerto le damos un abrazo”. Y todos tan contentos.
Pero tengo tiempo para ser feliz. Eso está bien. Soy una afortunada. Soy la última promoción en hacer Licenciatura de Traducción e Interpretación en la Universidad de Valladolid, en el Campus de Soria, y soy la última superviviente en el convenio erasmus entre Valladolid y Corfú. Sí, tal cual lo lees. Me he enterado de que a mi pobre Marichocho no le van a dejar ir a Granada porque han cerrado la beca como “erasmus” y sólo está disponible como “máster”... Y lo mismo con la mía. Máster... habrase visto... Esa palabra es sólo para los poderosos...
En fin, c'est la vie. Voy a ver si encuentro el cacho de cuello que me falta y termino algún trabajillo pendiente para dedicarme en cuerpo y alma al inglés de Mallinson y al griego de Theanw.
La vida es maravillosa. Y aunque tenga poca cosa, lo bonito de todo es que tengo con quién compartirla.
P.D. Tony vendrá en febrero. Fran, el amigo de Bets, también. Súmale Anabel y Aarón. Réstale una checa y un griego y tienes la fiesta asegurada:
Chup chup, ¡y listo!
POST SCRIPTUM: Hoy el Banco de Chipre se ha tragado mi tarjeta de crédito española... Ahora ya no me río tanto... ¬¬
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