Star memories

sábado, 7 de septiembre de 2013

Un final y un principio

Un curso nuevo a punto de empezar y la gente ya empieza a llegar a su destino. Sobre todo los erasmus...
Yo esta vez lo contemplo desde la barrera. Gente que se va, gente que se queda... Y yo con un último curso a las espaldas que me produce el mismo nivel de miedo que de ganas.
Me doy cuenta de que cuando llegue a Soria, podré contar como que han pasado dos años desde que estuve en Grecia y sólo siento nostalgia.
Nostalgia del amor perdido, nostalgia de los amigos, nostalgia de haber hecho las cosas diferentes, nostalgia de pensar que a la gente que no se lo merecía, debiera haberle dado menos importancia, nostalgia de un país que me ha llenado tanto y que se ha quedado una parte tan grande de mí...
Y no menosprecio Soria. Una ciudad tan pequeña que tiene un espacio tan grande en mi vida y en mi corazón.
Estoy a punto de empezar 5º de Licenciatura de Traducción e Interpretación. Mi último año, aunque parezca mentira. Aunque algunos pensasen que no lo acabaría nunca, está ahí.

Y la gente (los amigos) que se han ido ahora de erasmus, no van a coincidir contigo este año ni te van a ver con la borla y la toga... Y van a vivir el año más inexplicable e increíble de sus vidas siempre y cuando se dejen llevar por la magia.

Y yo voy a volver a crear mi magia desde cero.
No sé si siento pavor, desconcierto, inquietud... porque todo se mezcla con ilusión y parece que no termino de aclararme.

Puede que sienta que ojalá pudiera compartirlo contigo, y que aquello que vivimos en Grecia no hubiera terminado nunca o simplemente me de cuenta de que igual no fue para siempre porque no tenía que ser... Y estoy deseando ver qué me espera a la vuelta y aunque emocionalmente estoy tranquila (es una de esas pocas veces en las que puedo asegurar que mi corazón y mi mente no están dando un brinco constante saltando entre una persona u otra, volcando mis energías en un amor pasajero), parece que estoy expectante por saber si habrá un amor que me haga sentirme como aquella vez contigo, porque es algo que no se vive todos los días. Pero más me tienta saber qué va a pasar conmigo.

Ahora se trata de mí. De perseguir un sueño. De llegar a mi meta y no quedarme varada. Me emociona pensar todo lo que puedo llegar a lograr si hago un esfuerzo. Porque ahora sé que el tiempo pasa tan rápido que apenas nos damos cuenta. Que aún es septiembre pero sé que cuando menos me lo espere, estaremos en Navidad... Y me siento como en una contrareloj, dispuesta a luchar e ir a por todas.
Este curso no es tiempo de dormir y relajarse. Es el momento de luchar la batalla final.

Esta guerrera de la luz ya ha empezado a afilar su espada y a calibrar su arco.
Ya no se permite que otro consiga su sueño a costa del mío.
He aprendido la lección, la he procesado y es hora de poner en práctica lo adquirido a través de la experiencia

Tengo muchas ganas de ser feliz.