Star memories

lunes, 23 de abril de 2012

Qué es un blog

Nunca me gustó ir a la moda cuando la gente empezó con la fiebre de los blogs.
Adoro escribir. Sobre todo cuando estoy inspirada. Mi vida, desde la primera vez que me enamoré, se basó en escribir cuando las emociones que se me pasaban por el corazón y por la mente, eran demasiado intensas como para expresarlas con la voz. Era el único momento en el que conseguía estar en silencio, concentrada en mis pensamientos.
La lectura, ejercicio que he llevado a cabo desde que aprendí mis primeras palabras, me ayudaba siempre a encontrar la metáfora más similar al sentimiento más encontrado.
Mi hermana siempre me dijo que debía escribir lo que sentía para ser leído. Yo sólo sabía que cada año, revisando entre papeles viejos y usados, encontraba palabras. Poemas en prosa. Historias... Y no es que estuviera orgullosa de todas ellas.
De algunas porque la perfección me llevaba a una autocrítica severa. De las métricas y rimas poco pulidas y vanales.
Otras, porque lo que contaba en ellas, me resultaba infantil, pasado de moda. Obsoleto por haber creído que ese sentimiento llegó a ser tan fuerte. La distancia y el tiempo hacen que las heridas que escribía, fuesen sólo recuerdos, que ni marcas, en la piel.
Pero aún las guardo.
Escribir un blog era otro tema. Tenía mi diario. Sencillo. A mano. Papel y boli. No necesitaba nada más... Pero siempre estaba tan escondido, o lejos, o tan perezoso, que escribir a mano significaba dolor de muñeca, de cabeza, ansiedad por acabar páginas...
Me decidí por utilizar el ordenador. Pero no internet. Un documento de escritura y velocidad en el teclado. Destreza después de tantos años aporreando letras. El problema vino cuando me di cuenta de que un ordenador no dura toda la vida.
Obras mías, mejores o peores. Merecedoras o no de una sonrisa o una lágrima, perdidas en la burocracia de discos duros dañados o memorias RAM perdidas. Recuperar uno o dos y encima que no fueran los que tanto esfuerzo me costaron o de los que estaba orgullosa.

El blog de notas de facebook me dio una idea y cierta privacidad. No sé muy bien cuando decidí dejarlo de lado. Quizás nunca debiera haberlo hecho.

Porque sí, caí. Me hice un blog. En este espacio web.
Una niña con zapatos nuevos. Un nombre con el que identificarme (aunque no fuese el que esperaba) y un montón de espacio por delante para escribir líneas y líneas sobre todas las cosas que quisiera. Que me importaran. Sin tener que decir todo con cada detalle como hacía en el diario, si no transformándolo en algo interesante, rebuscado y metódico.

El problema viene cuando te das cuenta de que, a veces, lo que escribes, lo leen personas que no te esperas que lo hagan. Es internet. Es público (de momento, que según cómo va el país...) y es libre.
Cuando creé este blog, no pensé jamás en si tendría o no lectores. Ni siquiera pensé en lo que esos supuestos lectores podrían llegar a hacer o decir con esa información.
Es una lástima, la verdad, utilizar palabras o sentimientos que otros expresan en lo que creen que es su rincón seguro, con el único objetivo de creer que saben algo sobre ti y de creerse en el derecho de utilizar esa información en decrimento tuyo.

Un blog no es una vida (gracias a quien haya que dárselas), es un lugar para expresar lo que te pasa por la cabeza. Desde los pensamientos más oscuros hasta los arcoiris de un subidón de adrenalina.
Un blog puede ser verdad, mentira o atrevimiento. Puede ser cierto o no lo que se dice. Puede ser un impulso, una sensación. Un ataque de ira, de pánico o de pasión. Incluso un estado de ebriedad en un momento débil de tu existencia.

A veces es un amigo. Le cuentas algo esperando que te guarde en su silencio. Que te entienda. No pides respuestas si no simplemente, dejar que tus ideas vuelen.

Puede ser un momento duro de la vida. O uno lleno de alegría. Puede ser el desenfreno total o la más absoluta represión.

Un blog es una idea. Es el lugar para expresar esa idea. Para transformarla en algo que se aleje de la violencia. Que te acerque más a tí mismo. A la paz que buscas en el momento de escribir. Que te consuele. Algo de lo que te hagas sentir orgulloso.

Es algo que es mío. Sólo mío. Que lo comparto porque el hecho de que sea mío no significa que sea exclusivo e intransmitible, pero sí es intransferible.

Mi blog me otorga derechos y privilegios, los de escribir, los de leer y los de soñar.
Mi blog te otorga derechos y privilegios, los de criticar, los de comentar y los de respetar.

Nadie puede obligarte a mirar algo que no quieres. Yo no puedo prohibirlo porque por algo es público.

Eres bienvenido a leer mi blog. Sin tapujos. No te aseguro que lo que leas te vaya a gustar. Puede que lo odies o puede que lo admires. Puede ser que rías o puede ser que llores. No soy dueño de tus emociones así como tú no lo eres de las mias.

Si me conoces y me quieres, lo leerás para saber qué tal me va. Para alegrarte o entristecerte conmigo. Para apoyarme y ayudarme a levantar en los malos momentos.

Si no me conoces, puede que te sientas identificado o puede que pienses "cómo demonios he acabado aquí".

Si me conoces y no me quieres, si lo lees para mofarte, para cotillear o para hacerme daño, también eres bienvenido. Puede que lo consigas o no. Puede que te rías de mi cuando no esté presente... Pero ten en cuenta que habrás gastado 5' de tu vida prestándome atención cómo si yo te importase algo.
Y esos serán 5' en los que yo habré reído más fuerte que tú.

jueves, 5 de abril de 2012

Love Of Lesbian

Hacía tiempo que no la escuchaba. Se me había olvidado el subidón que siempre me produce esta canción.
Recuerdos también de VillaCuki I... Grande.

Mi piace andare piano, piano,
como Adriano Celentano
because like this
because like this si arriva lontano.

Cuando nací, ¡qué triunfo!,
entendí que había sido capaz de ganar
a cien millones de hombres rana en celular.
Y había nivel, y trampas.
El segundo quería estudiar alemán,
pero volcó en las caderas de mamá.

Hoy voy a decirlo: ¡cómo me amo!
Y tú ya no puedes hacerme daño.
Soy un ser divino, ven a adorarme.
¡Qué buena suerte amarme tanto!

Luego crecí, ¡qué trauma!,
percibí que aquí fuera no había piedad,
yo no iba a ser el rey del mundo.
Algo más tarde, ya un hombre,
me juré no volver a olvidarlo jamás,
fui el ganador del gran circuito de Le Mans.

Hoy voy a decirlo: ¡cómo me amo!
Y tú ya no puedes hacerme daño.
Soy un ser divino, ven a adorarme.
¡Qué buena suerte amarme tanto!

Oh, el síndrome Universal,
la vida te sentó en un diván,
contando todo tipo de traumas.
Oh, podrías pensar un rato en él,
quería estudiar, recuerda como te empujaba.
Y quedó segundo, uuuhhh ...

Hoy voy a decirlo: ¡cómo me amo!
Y tú ya no puedes hacerme daño.
Soy un ser divino, ¡puedes tocarme!
¡Qué buena suerte amarme tanto!

Di no al pánico, sin pánico, sin pánico, no al pánico.
Edipo contra Electra,
narcisismo es lo que impera.
Qué simpático, simpático, carismático, simpático.
Edipo contra Electra,
tus complejos a la hoguera, ¡ya! 
 
 

miércoles, 4 de abril de 2012

Shapeshifter o los cambiaformas

Adaptarse a los cambios. Quién fuera un cambiaformas a veces... Sobre todo cuando se trata de aceptar nuevas situaciones o afrontar las condiciones de un acuerdo.

Cuesta. Es un hecho obvio. Duele muchas veces, porque es difícil y en varias ocasiones, supone ir a favor de tus principios pero en contra de tus sentimientos.

¿Sabes ese momento en el que te das cuenta de que algo que has hecho, que no habías hecho hasta ese instante, se convierte en algo que sabes que vas a querer toda la vida? ¿Que el día que falte lo vas a echar de menos? ¿Las cosas que no quieres que terminen nunca?

Lo supe la primera vez que dormí con él a mi lado. Supe que no querría que se acabase nunca. Que había sido tan fácil acostumbrarme a su compañía, que era algo que no me importaría guardar conmigo toda una vida, o dos. El sentirte segura.

Y hablar de ello no ayuda. Tampoco guardarlo en silencio.

Nunca des un paso atrás ni para coger impulso. Esa es la idea. En el mayo francés del '68, se dijo que "No puede volver a dormir tranquilo aquel que una vez abrió los ojos". Sé que es una frase revolucionaria. Pero en la revolución, está el amor. El amor por lo que es mejor para nosotros. Abrir los ojos y ver a alguien especial a tu lado, alguien que realmente te importa, es un lujo que no todos se pueden permitir.

Escribir esto no va a ayudarme. No va a solucionar nada. Probablemente no haga que las cosas cambien... Pero decir lo que pienso hace que me sienta feliz. Que pueda respirar. Que se deshagan los nudos que me atan.

No lo escribo para nadie. Ni para que se sepa. Ni para que sea leído.
Lo escribo por y para mí. Porque es mi derecho inalienable como persona independiente. Libre de racionalidad y a la vez completamente razonable.

De ahí el cambiar de forma. Es una forma de supervivencia. Sobreviviré, que diría Gloria Gaynor, lo sé. Sólo tengo que adaptarme a los cambios. Y en realidad, lo peor es no saber cuáles son esos cambios.
Siempre en esta vida, hay mucha gente que se queda en el camino.
Cuando son amores, encontrarás a alguien que los sustituya, por mucho que te duela.
Cuando son amigos, suele doler más. Sobre todo dependiendo del apoyo que te hayan prestado.

Yo sólo sé que no sé nada. Y aún sabiendo muy poco, no tendré nada de lo que arrepentirme.
Es la primera vez que he actuado siguiendo mis instintos, mis sentimientos y, a la vez, escuchando a mis principios.
No ha salido tan mal, a pesar de los pesares... Y si algún día he de mirar atrás, me quedarán sólo buenos recuerdos y la sensanción de que hice todo lo que estuvo en mi mano. De que no dejé nada en el tintero.

Y de que lo que hice, lo hice por amor.

martes, 3 de abril de 2012

Levántate Morenita

La ronda pasa y no pasa. La ronda viene y no viene.

Es cómo tu corazón, no sabe a quién entretiene.

Levántate.

Levántate morenita, levántate resalada.

Levántate que ya viene el lucero de la mañana. Levántate.

Algún día los mis ojos serán para tí dos perlas.

Ahora que tienes a otro, de lo míos no te acuerdas. Levántate.

Levántate morenita, levántate resalada.

Levántate que ya viene el lucero de la mañana. Levántate.

Entre cortina y cortina, dos niñas me vuelven loco.

Cortinas son tus pestañas. Niñas, las de tus ojos. Levántate.

Levántate morenita, levántate resalada.

Levántate que ya viene el lucero de la mañana. Levántate.

¿De qué te sirve llorar si no tienes quién te oiga?

Aquel que te había de oír está rondándole a otra. Levántate.

Levántate morenita. Levántate resalada. Levántate que ya viene el lucero de la mañana.

Levántate.


A Cántaros

Tú y yo muchacha estamos hechos de nubes 
pero ¿quién nos ata? 
Dame la mano y vamos a sentarnos 
bajo cualquier estatua 
que es tiempo de vivir y de soñar y de creer 
que tiene que llover 
a cántaros. 
Estamos amasados con libertad, muchacha, 
pero ¿quién nos ata? 
Ten tu barro dispuesto, elegido tu sitio 
preparada tu marcha. 
Hay que doler de la vida hasta creer 
que tiene que llover 
a cántaros. 
Ellos seguirán dormidos 
en sus cuentas corrientes de seguridad. 
Planearán vender la vida y la muerte y la paz. 
¿Le pongo diez metros, en cómodos plazos, de felicidad? 
Pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian 
que la siesta se acaba 
y que una lluvia fuerte sin bioenzimas, claro, 
limpiará nuestra casa. 
Hay que doler de la vida hasta creer 
que tiene que llover 
a cántaros. 



domingo, 1 de abril de 2012

War, Cold War

Mi abuela suele decir cuando las cosas van mal, que más se perdió en la guerra y vinieron cantando... Y eso, que salga de una persona mayor que perdió a su padre y a sus dos hermanos en ella, tiene mucho mérito.

Esa frase he intentado recordar hoy.
Estoy de los nervios.
Vuelven los miedos a lo desconocido. A lo mejor lo que me da miedo es viajar, a saber...

Voy a conocer una Kerkyra distinta. Sin Luca, sin Amador, sin Kevin y sin Betsabé. Eso supone una isla sin la mitad de lugares en los que refugiarme si las cosas van mal. Sé que tengo a María, a Aarón, a Elena y a Roxana... ¿y si no le tengo a él?

Mañana pasaré una jornada de reflexión aeroportuaria. Coge un bus por la tarde, llega a Madrid, llega a la T1 y prepárate para pasar una noche más en un aeropuerto diferente.
Tengo suerte de que Montxo esté allí para sujetarme entre sus brazos, porque ahora mismo siento que si me pongo de pie, me caigo.

No te hagas ilusiones, pero piensa en positivo. No pierdas la esperanza, pero no te fíes, porque la esperanza es futuro y duda, y no se permite dudar.

Isa siempre me ha dicho que saque a mi "Igmú" en estos momentos. Montxo, que saque a la leona. Yo pienso en estos dos y también en el tigre. Él me llama "Stubentiger" y alguien me dijo una vez, que tenía algo felino... No sé qué pantera he de sacar para sentirme segura. Supongo que debo mirar al frente, levantar la cabeza y simplemente caminar.

Primero está la indiferencia. Luego el morirme por dentro y al final está la parte de deshacerme y que me tiemblen hasta las rodillas.
Y en realidad lo único que necesitaría sería poder respirar. Acompasadamente. Inspirar, espirar... Y encontrar la seguridad. Agarrarme a lo seguro. Y sé que para encontrar eso, primero debo estar segura yo. Sobre todo de mi misma...

Igual necesito dormir. Cerrar los ojos y esperar a que mañana sea otro día.

No tengo ganas de volver a la isla que tanto me ha costado abandonar por miedo a lo que me voy a encontrar... Pero debo hacerlo. Ser valiente. Luchar.