Star memories

lunes, 4 de marzo de 2013

Pido la jubilación

No es justo. No tiene sentido. Quiero la jubilación. Sí, la jubilación de mi corazón: loco, desbocado. Deja de perder los papeles, por favor. Deja de buscar mariposas, arcoiris, sonrisas bonitas, encantos y fuegos artificiales. Dame un respiro para recuperar la cordura y organizar mis ideas. No es sano que sigas así. Nos vas a volver locos a todos y de hecho, yo ya no puedo más. Me dueles. Me haces envidiar el peligro, me tiras por cada acantilado sin mirar siquiera si hay agua debajo. Me dejas desnuda delante de un aula llena. Me subes a una montaña rusa y me quitas el seguro cuando llega el luping. ¿Acaso me odias? ¿No te das cuenta de que si yo me apago, tú te apagarás conmigo? Sí, no son tus decisiones. Ni siquiera son las mías, pero creo que sería más razonable si dejases que buscásemos juntos al culpable. O incluso que lo dejemos ir. No tiene sentido perseguir kimeras y tú no llevas la razón. Me arrastras y luego no cuentas con que soy yo quién ha de buscar la manera de sacarnos del hoyo juntos... y estoy derrotada... ¿no me ves? ¿No te das cuenta de que ya no puedo más? ¿De qué no tengo fuerzas para reconstruirte? ¿Para hacerte sentir que eres único y mágico y levantarte conmigo? Tienes que parar. Tienes que irte de vacaciones. Ya no te estoy pidiendo siquiera que te vuelvas de hielo. No funciona. Lo hemos intentado... sólo quiero no tener que llorar y reír y sentir que todo es inútil. Sólo quiero un poco de paz. Que mi mente deje de dar vueltas cada vez que a tí te da por saltar de felicidad. De esa, no de la otra. No te confundas.
Déjame vivir más despacio. Con pies de plomo. Sin miedo a que se me lleven otra vez el alma...
Vámonos de retiro. De la mano. Dónde quieras...
Pero vámonos.

 

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