Star memories

sábado, 22 de diciembre de 2012

Bipolar


Hace un momento estaba deseando escribir, ahora es como si todo se hubiese fugado de mi mente. ¿Dónde está Καλλιόπη? A veces se fuga sin mí. Me deja aquí... aunque siempre vuelve, tarde o temprano...
Y así funciona entonces. Hace un rato tenía ganas de escribir, y ahora no sabía dónde las había puesto.

Esa soy yo.

Una persona con una energía desbordante, capaz de mover mares y montañas, y que a la vez rompe a llorar con la facilidad de una niña. Tan pronto estoy riendo a carcajadas como puedo estar sumida en el más lúgubre de los silencios.

Si me enfado, por unos segundos, es mejor no tocarme, ni mirarme, porque te puedo dejar petrificado como Μέδουσα, pero si lo haces demasiado tiempo, me volveré tan débil y pequeña, que sólo podré recuperarme con un beso.
Luca y Marco solían definirme así: "She's like a ball. Always jumping around. Never tired. But if it's not the right time, with the wrong move, she will crack like an egg". Tanto tiempo juntos, esa era la verdad.

Soy la más sonriente, pero también la más llorona. No sólo si estoy triste. También lloro a veces cuando las cosas son demasiado tiernas.

Soy empática. Lloro si tú lloras... pero si estás demasiado débil, sorberé mis lágrimas para poder sostenerte.

Soy envidiosa, celosa, egoísta... Pero déjame aprender, y serás tú el protagonista, te lo daré todo y te haré volar tan alto como pueda, sin dejar que te caigas.

Tengo un ego. Grande. Y orgullo. Pero en el equilibrio está la perfección. Y no llego a ser tirana, porque soy humilde. Porque he dejado que la vida me enseñe. Y dejaré mi orgullo de lado y mi ego. Y si me dices algo bonito, y me sonrojo, no será ficticio. Porque se me hace raro escucharlo desde fuera. Porque comparto mi autoestima, y me encantan los halagos, pero normalmente soy más de regalarlos. Si los recibo, me gusta verlos reflejados.

Hablo. MUCHO. Pero sé escuchar. Y si tienes el corazón roto, soy una experta en reconstruirlo. Lo sé. Lo he visto... aunque muchas veces tenga que darte parte de mi propio corazón. Aunque luego sea el mío el que se quede hecho pedacitos. No me importa... Pero me importa.

Y a veces entre tantas palabras, me encontrarás en silencio.

Me gusta estar rodeada de gente. Siempre. Me encanta tener una torre de Babel en mi casa. Pero algún día puede que veas que me marcho sola, sobre todo si es al río, dónde se juntan los elementos. El fuego lo pongo yo. Y que me veas sentada. Meditando. Llorando. O sonriendo mientras abrazo un árbol.

Soy vaga. No me gusta el ejercicio... pero adoro subir a la montaña, escalar, y andar, andar, andar... y seguir andando.

Soy buena... Y muchas veces de buena tonta... Pero tengo un límite. Y cuando me canso, puede que no sea la más mala de este mundo porque no me da para tanto, pero no esperes consideración por mi parte.

Puedo amarte... hasta donde nadie te ha amado... pero mi amor está a menos de un paso del odio. Y en ese odio, te seguiré amando, porque no sé hacerlo de otro modo. Y si te odio, no te toco, ni te miro, ni me importas, ni me harás reír... pero estaré riendo por dentro, muriéndome porque me toques, y mirándote cuando no mires, con el rabillo del ojo (tan entrenado durante años).

Puedo ser negra como la noche, clara como la luz del día, y siempre con la luz de una soñadora. Dispuesta a calentar hasta un corazón hecho de frío diamante.

Soy la persona que mejor me conoce en este mundo, y aún así hay veces que mi estupidez y mi inteligencia, me siguen sorprendiendo a partes iguales.

Puedo escribir, sin parar, como una cascada que no deja de golpear sus aguas contra el río... pero también me seco, a veces, como los lagos de la sabana.

Me ilusiono fácilmente... y a pesar de que los sentimientos que vienen rápido se van más rápido todavía, conmigo no pasa. Conmigo se quedan. Te quedas conmigo. Te hago un huequito. Te abrigo del frío.

Me muevo no paro no duermo me rompo me inflo y estallo. Todo y nada. Y entonces sonrío sueño abrazo me calmo me desinflo y me paro. Nada y todo.

Ésa soy yo. La llama, la lágrima, la brisa y la roca. Pero sobre todo soy el corazón. De león, de gata, de tigre, que ama.
Que late, que expande, encoge, se acoge y apaga... Apaga y vámonos... Y aunque creas que me conoces por leer esto, siempre tengo un as en la manga.

Esta soy yo.




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